Ni contigo ni sin tí, como el perro y el gato, del norte o del sur, todas las frases serían buenas para definir esta relación.
No puedo pasar ni un día sin hablar de él, sin recordarlo con la mínima tontería del mundo, y eso no es que sea malo, ya que él también me extraña, o eso dice, el problema viene cuando a pesar de sentir amor o atracción el uno por el otro no sabes como llevar eso con tu vida cotidiana.
Todo tema puede tener algo malo, cualquier cosa es utilizado para discutir y acabar enfadados. Nos sacamos de quicio el uno al otro, nos mataríamos en un momento determinado y a veces esa parece la mejor solución.
Esa solución es la mejor cuando de repente, se acaba, y no llega la calma, si no que acabamos y dejamos de hablar e intentamos ignorarnos.
Hasta ahora esos roces hacen que notemos lo mucho que nos necesitamos el uno al otro y consiguen que volvamos ha hablar, pero llega un momento que los roces te saturan, que no puedes más.
Ahora ya no sé que merece la pena, si estar mal sola pero sin agobios de discusiones o seguir adelante incluso sin fuerzas para aguantar con todo lo que va a venir.
Al final solo queda una opción, darle tiempo al tiempo, y que lo que tenga que pasar pase antes de hacernos daño.
domingo, 29 de noviembre de 2015
Ni contigo ni sin ti
martes, 10 de noviembre de 2015
De los errores no siempre se aprende.
Soy experta en cagarla, en tomar decisiones incorrectas y en escoger todo aquello que no sea lo que el mundo quisiera para mí.
Soy experta en cagarla cuando todo va bien con frases o acciones que no vendrían a cuento, en tomar decisiones incorrectas sobre todo en como debo seguir adelante cuando ya me he equivocado por intentar hacer las cosas sin equivocarme.
Y como no, siempre me gusta aquello que nadie debería querer... aquello que complica la vida y consigue que comience de nuevo mi círculo de tomar decisiones incorrectas y de cagarla.
Quizá todo eso hace que mi vida sea mas entretenida, porque cuando piensas que algo va a ir bien y por fín tengo una tranquilidad, tropiezo con mis propios errores, y vuelvo a la rutina.
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